David, que es profesor de enseñanzas musicales, director de coro y compositor, entra de manos a boca en la cofradía de los poetas saturnales con una publicación inicial que reparte en tres capítulos, y que ajusta cuentas con el deteriorado medio social y urbano con el que convive. La obra es autobiográfica en la medida en que muchos de los sucesos narrados le habrían podido suceder y también en que le han sucedido a sus afines. El texto no es autobiográfico porque la visión poética de lo que le sucede al que escribe lo aleja de su experiencia concreta y la universaliza, la hace de todos.

 

El libro está ilustrado por Fernando Ferro, que ha colaborado con más autores de Alfasur.